La Coruña, una visión a través de la Inteligencia Artificial. La Coruña, a vision through Artificial Intelligence.
Breve descripción poética de la ciudad de La Coruña
Imagen generada por Inteligencia Artificial
Image generated by Artificial Intelligence
Y hoy viernes 21 de julio, en plena ola de calor, visitamos,
aunque sea virtualmente, tierras del norte de la península ibérica, tierras
gallegas, más concretamente, visitamos la espléndida ciudad de la Coruña, o como
diríamos en esa maravillosa lengua que es el galego, A Coruña.
En las tierras bañadas por el Atlántico, donde el sol y la
bruma danzan en eterno abrazo, se alza una ciudad de leyendas y encanto: La
Coruña, joya de la costa gallega. Sus acantilados escarpados, erguidos como
centinelas del horizonte, contemplan el vaivén de las olas que acarician sus
playas doradas. Un faro antiguo, testigo del tiempo, guía a los navegantes en
su travesía por el mar rugiente.
Las calles empedradas, laberinto de memorias, susurran
cuentos de antaño a cada paso que das. Las casas de colores pastel, con sus
balcones adornados de flores, tejen un tapiz pintoresco que invita a soñar. Los
aromas de la cocina gallega se entrelazan en el aire, tentando los sentidos con
el canto de las tapas y el pulpo al estilo tradicional. En cada rincón, la
esencia del mar se despliega en platos de sabor salado, al compás de la gaita
que entona su melodía celta.
En la plaza, las palomas revolotean como copos de nieve en un
invierno suave, mientras el mar se abraza con la ciudad en un apasionado tango.
Las risas y los abrazos llenan los parques, donde niños corretean como cometas
al viento. La torre de Hércules, testigo de mitos milenarios, se alza con
gallardía en el horizonte, faro eterno de historias de valor y lucha. La brisa
salada susurra secretos en sus piedras, llevándonos de la mano a un viaje por
el tiempo.
En La Coruña, los atardeceres son obras maestras que tiñen el
cielo de tonos dorados y naranjas, mientras el mar se convierte en espejo y
refleja la belleza de la ciudad. Y cuando la luna se asoma, los faroles se
encienden para iluminar el alma de un lugar que, con su magia, enamora.
* Video generated by artificial intelligence, which gives us a vision of the past, present and future of the city of La Coruña, a special and unique vision, generated from the Prompts of Antonio Miguel Moreno Hidalgo.
** English Version **
A brief poetic description of the
city of La Coruña
And today, Friday 21 July, in the middle of the heat wave, we
visit, albeit virtually, the northern lands of the Iberian Peninsula, the lands
of Galicia, more specifically, we visit the splendid city of La Coruña, as we
would say in that marvellous language, A Coruña.
In the lands bathed by the Atlantic, where the sun and the
mist dance in eternal embrace, stands a city of legends and charm: La Coruña,
the jewel of the Galician coast. Its steep cliffs, standing like sentinels on
the horizon, contemplate the swaying of the waves that caress its golden
beaches. An ancient lighthouse, a witness to the passage of time, guides
sailors on their voyage across the roaring sea.
The cobbled streets, a labyrinth of memories, whisper tales
of yesteryear with every step you take. The pastel-coloured houses, with their
balconies adorned with flowers, weave a picturesque tapestry that invites you
to dream. The aromas of Galician cuisine waft through the air, tempting the
senses with the singing of tapas and traditional-style octopus. In every corner,
the essence of the sea unfolds in savoury dishes, to the rhythm of the bagpipes
that intone their Celtic melody.
In the square, pigeons flutter like snowflakes in a mild
winter, while the sea embraces the city in a passionate tango. Laughter and
hugs fill the parks, where children run around like kites in the wind. The
Tower of Hercules, witness of millenary myths, rises gallantly on the horizon,
eternal beacon of stories of courage and struggle. The salty breeze whispers
secrets in its stones, taking us by the hand on a journey through time.
In La Coruña, the sunsets are masterpieces that stain the sky with golden and orange tones, while the sea becomes a mirror and reflects the beauty of the city. And when the moon rises, the lanterns light up to illuminate the soul of a place whose magic makes you fall in love with it.